El silencio y la espantada acrecenta las sospechas de las irregularidades en la delegación de juventud

Lo ocurrido en el pasado pleno de enero, puede parecer inaudito, además de no tener parangón en política. Dos ex socios de gobierno, en este caso PSOE y C’s, solicitan que se investigue el uno al otro por presuntas irregularidades, concretamente, al frente de la misma delegación municipal de Juventud.

A IU, sin embargo, no le extraña en absoluto, ya que, a raíz de la revisión de las cuentas generales de 2016, pudimos observar algunas prácticas cuanto menos irregulares en la delegación de Juventud, en cuanto a la contratación de monitores de cursos y a las gratificaciones discrecionales cobrada por el técnico municipal adscrito a dicha delegación.

Pero más allá de la gravedad de la naturaleza de las irregularidades que C’s y PSOE, dicen conocer del otro y que quieren que se investiguen, está el hecho, no menos grave, de porqué han callado hasta ahora y no han denunciado antes.

La espantada de Elena Sumariva, al renunciar de prisa y corriendo a su acta de concejal por el socorrido motivo personal y el silencio de C’s, que en modo alguno ha salido públicamente en su defensa ni tampoco en la del actual vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, cuya gestión al frente de la citada delegación de Juventud también será investigada, ha abierto toda clase de conjeturas en los mentideros políticos locales.

En cualquier caso, la gestión de Juan Marín con su inseparable Elena Sumariva, escaladores natos en política, durante el cogobierno con el PSOE de Víctor Mora tiene muchas sombras y ésta pueda ser una de ellas. Pero no debemos olvidar la privatización del servicio del ciclo integral del agua por 16,5 millones de euros que nadie sabe en que se utilizó porque en la ciudad nada se notó, los casos de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir y Grupo de Desarrollo Rural Costa Noroeste en los que Juan Marín miraba para otra parte mientras el PSOE dilapidaba cientos de miles de euros, hasta el punto de tener que ser ambas instituciones disueltas. Igualmente hay que recordar que Juan Marín, cogió el gobierno local con una deuda de 108 millones de euros y lo dejó en 2015 con una deuda de 153 millones de euros.

Del mismo modo, el PSOE de Víctor Mora, aunque ahora quiera pasar factura a C’s por razones obvias, debe saber que son doblemente cómplices de lo ocurrido. Ya que permitieron que ocurrieran y posteriormente conociendo los hechos han callado durante más de cuatro años.

Por eso IU, una vez abierta la espita de la investigación el periodo del lamentable cogobierno PSOE-C’s, exigirá llegar hasta el final, caiga quien caiga y que asuman las responsabilidades quien deban asumirlas, se tenga ahora el cargo que se tenga.